
Asegurando la continuidad educativa desde un abordaje interdisciplinario
Ante la situación de emergencia sanitaria, en el Centro Educativo Providencia nos organizamos para darle continuidad a la propuesta educativa, adaptándonos a esta nueva realidad y estableciendo una nueva forma de trabajo con los chiquilines.
Definimos, para esta etapa, tres grandes líneas de trabajo en lo educativo que abarcan todos los programas: (1) desarrollo de habilidades transversales, que permitan la integración de variadas disciplinas y distintos docentes; (2) establecer rutinas para los niños, niñas y adolescentes y (3) favorecer el vínculo entre los estudiantes y entre ellos y sus docentes y educadores.
“Para asegurar la equidad en el acceso a las propuestas educativas -luego de un diagnóstico de las posibilidades reales de conectividad y disponibilidad de equipos entre los estudiantes- se ha optado por una propuesta dual que combina las propuestas virtuales con otras que se entregan en forma de librillos impresos” nos cuenta Patricia Orlando, coordinadora pedagógica del Centro Educativo Providencia.
A partir de las distintas estrategias de acercamiento implementadas y de un gran esfuerzo de toda la comunidad educativa se ha logrado llegar al 100% de los estudiantes de Providencia. Estas estrategias incluyen: llamadas semanales a todas las familias, grupos de WhatsApp con cada uno de los estudiantes del Liceo y del Centro Juvenil, videollamadas individuales o en pequeños grupos con los niños y niñas del Club de Niños, y la modalidad dual (digital/papel).
En el caso del Club de Niños los educadores se han organizado en tres grupos de trabajo (1°y 2°, 3° y 4°, 5° y 6°) trabajando todos juntos en la planificación, diseño e implementación de la propuesta educativa para los niños y niñas. “Esto ha permitido una gran diversidad de miradas y ha enriquecido las propuestas de los estudiantes con los talentos y saberes de cada educador”, señaló Patricia.
Atendiendo cada caso en particular, desde el Club de Niños se hizo llegar a los chiquilines las tareas y actividades a través de un esquema virtual y también en formato de librillos.
Además, entregamos un kit educativo a los niños de 1° y 2° elaborado artesanalmente por los propios educadores. Este material incluye varios juegos que semana a semana complementan con propuestas para jugar en familia (como bingo de vocales, fichas para conteo, memory, propuestas para desarrollar la grafomotricidad, grilla numérica, etc.).
Por su parte, los docentes del Liceo están trabajando por áreas de forma interdisciplinaria a través de la plataforma CREA de Plan Ceibal y de librillos que se entregan semanalmente a quienes no cuentan con conectividad. El formato papel ha sido muy valioso también para trabajar con los estudiantes del Liceo.
En cada una de las áreas participan profesores de distintas asignaturas. “Las áreas las armamos a partir de un discernimiento de cuáles son las habilidades transversales que queremos trabajar, más allá de los contenidos. A partir de ahí las áreas definieron los objetivos generales. Luego de este trabajo, y tomando en cuenta los distintos comunicados de las inspecciones de secundaria, se elaboraron los contenidos que sirven como vehículo en el que se trabajan esas habilidades”, señaló Agustina Berchesi, subdirectora del Liceo Providencia.
En la etapa de tránsito educativo en el mes de febrero, previo al inicio de clases, los educadores ya habían trabajando por áreas, lo cual favoreció mucho para este proceso.
Además, en Providencia hace tres años estamos trabajando, desarrollando e implementando la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) en los diferentes programas educativos. Este año se hizo una apuesta para trabajar de modo interdisciplinario.
“Entonces ya teníamos un camino recorrido en cuanto a la organización de los profesores, el entendimiento de lo que significa la interdisciplina y los objetivos transversales de la interdisciplina”, señaló Agustina.
Más allá de todo lo que implica la ausencia de trabajo presencial en aulas, el trabajo interdisciplinario ha derivado en resultados muy positivos. Por un lado, los estudiantes han fortalecido la habilidad de organizarse y planificar la semana en función de las tareas asignadas de cada área, siendo 6 áreas en vez de 13 asignaturas.
Además, hemos logrado un trabajo muy enriquecido al trabajar de forma complementaria entre disciplinas que se relacionan. Esto también ha permitido trabajar en áreas del conocimiento al estudiar un mismo objeto desde distintas perspectivas.
Nos adaptamos a esta nueva realidad con la prioridad de dar continuidad a nuestra propuesta educativa y asegurar los aprendizajes con la satisfacción de haber alcanzado el 100% de los chiquilines. Confiamos en que el esfuerzo realizado por toda la comunidad educativa (educadores, chiquilines y familias) en este contexto, en la búsqueda de alternativas para dar seguimiento a cada estudiante, ha sido la clave para darle continuidad al vínculo y a los aprendizajes.