10.09.19

Olimpiadas Nacionales de Matemática: una forma de redescubrir la asignatura

Desde el año pasado, el Centro Educativo Providencia participa de las “Olimpiadas Nacionales de Matemática”, en la que compiten más de 30.000 estudiantes representando a instituciones públicas y privadas. Son instancias en las que los estudiantes “se apropian mucho de la matemática, de la lógica, del razonamiento. Les genera una confianza en ellos que está buena”, explica Sabrina Calabuig, docente de matemática del Liceo. “Es bastante diferente a la clase de matemática, es más que nada resolver problemas de lógica utilizando matemática”, explica Felipe, estudiante de tercero.

 La competencia consiste en cuatro instancias que se realizan en distintos momentos del año. Comenzaron participando veinte chiquilines de segundo y ocho de tercero, y de la semifinal van a participar diez en total. “Después está la final, y los que clasifican en la final son los que después representan al país”, explica Sabrina. Para prepararse, los estudiantes de Providencia concurren a un taller todos los jueves. “Tenemos talleres todos los jueves donde nos juntamos a resolver ejercicios que no se tratan simplemente de saber una fórmula, sino de razonar y pensar mucho”, cuenta Angélica, estudiante de tercer año. Con el acompañamiento de la docente, “ellos eligen lo que van a hacer, seleccionan la dificultad y trabajan solos. Los chiquilines van estudiando cosas nuevas, porque para resolver cierto problema necesitan tal contenido entonces lo buscan y lo aprenden”, cuenta Sabrina. Esta dinámica de trabajo les permite desarrollar autonomía. “Me gusta mucho la manera de poder elegir si quiero hacer tal ejercicio o si quiero hacer otro, tal vez hay uno que me gusta más que otro, otro capaz que es más difícil pero igual lo intento, o lo hago otro día”, explica Felipe.

En este proceso los estudiantes trabajan la tolerancia a la frustración, porque tienen que recorrer distintos caminos hasta llegar a la solución. “La prueba dura dos horas y tienen cuatro ejercicios para hacer. No son conceptos y cosas que ven en clase, entonces hay mucho de prueba y error, me equivoco, me equivoco, me equivoco, hasta que me sale. Eso los hace crecer un montón”, cuenta Sabrina. Felipe, por su parte explica que “a veces te enojas porque llegaste a un punto y tenés que volver al principio”. “Estresa un poco pero cuando lo resolves te sentís feliz y tranquila”, dice Angélica. A su vez, en el taller aprenden a trabajar en equipo, “vos estás tratando de resolver algo y no te sale y a otro se le ocurre una cosa y se puede resolver”, cuenta Angélica. “Se dan cuenta que es mucho más fácil resolver un problema con ideas de dos que solo las mías”, explica Sabrina.Es una instancia de aprendizaje que permite que los estudiantes se apropien de la disciplina, a partir del trabajo autónomo, en la búsqueda de nuevas soluciones. “En la olimpiada aprendemos distinto”, afirma Felipe. Desde el Centro Educativo Providencia apostamos por este tipo de instancias que permiten que los estudiantes descubran su interés por determinadas temáticas y tengan la oportunidad de desarrollar sus potencialidades.

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