11.08.23

Seguimos enriqueciendo nuestra propuesta educativa

Providencia nace desde y por el voluntariado, tanto vecinos del barrio como miembros laicos del Movimiento Apostólico Schoenstatt, percibiendo las necesidades educativas de la zona, comenzaron, en 1994, a desarrollar actividades educativas y recreativas para los niños y jóvenes del barrio. 29 años después, el voluntariado sigue siendo una parte fundamental de nuestro proyecto. 

“El voluntariado es parte central de nuestra propuesta educativa y se atraviesa en nuestra identidad. Providencia nace y crece  entendiendo que todos tenemos algo valioso para aportar, y que este es un lugar de encuentro, en el que las puertas están  abiertas a las ideas y aportes que nacen de la originalidad de cada uno.” Nos comparte Laura Voituret, directora general de Providencia. “Desde el comienzo, las actividades desarrolladas por voluntarios han enriquecido la propuesta educativa, en un principio todas las actividades y espacios eran desarrolladas por voluntarios, actualmente juegan un rol importantísimo para mejorar nuestros espacios educativos -a través de las jornadas de mantenimiento por ejemplo-, y ampliar nuestra propuesta educativa -a través de los diversos talleres”, agrega Laura. 

Hoy en día los voluntarios pueden participar de distintas formas en la propuesta de Providencia, ya sea a través de jornadas puntuales de mantenimiento, actividades recreativas o participando en los talleres de los chiquilines los cuales también pueden ser puntuales o anuales, según el programa. Los talleres anuales son una propuesta complementaria que busca ampliar la propuesta educativa y acercar una invitación alternativa a los estudiantes para que desarrollen y potencien sus habilidades e intereses. Las propuestas que se ofrecen para los estudiantes van en consonancia con sus intereses, volviéndose protagonistas de su experiencia educativa, “se abre la convocatoria para poder encontrar personas con intereses, formación o habilidades asociadas a estos intereses de los chiquilines” agregó Agustina Espino, responsable de voluntariado.

Los voluntarios que hoy en día participan en la propuesta de Providencia, lo hacen a través de los talleres. Los talleres son una propuesta complementaria que busca ampliar la propuesta educativa y acercar una invitación alternativa a los estudiantes para que desarrollen y potencien sus habilidades e intereses. Las propuestas que se ofrecen para los estudiantes van en consonancia con sus intereses, volviéndose protagonistas de su experiencia educativa, “se abre la convocatoria para poder encontrar personas con intereses, formación o habilidades asociadas a estos intereses de los chiquilines” agregó Agustina Espino, responsable de voluntariado.

Muchos de estos talleres optativos son llevados a cabo por voluntarios que se suman a construir estos espacios educativos, entregando su tiempo y saberes para compartirlo con los chiquilines. Desde Providencia creemos que todos tenemos algo valioso para aportar a la comunidad. “Yo me decidí a ser voluntario para poder enseñar, aprender y convivir con los chiquilines del Liceo Providencia” comentó Victor, voluntario del taller de fotografía y comunicación Click.

El voluntariado es una experiencia muy enriquecedora con un aprendizaje constante, tanto para los chiquilines como para los voluntarios. “Dedicas tu tiempo a una tarea que te llena mucho” comentó Agustina, luego agrega “ ser voluntario en Providencia te acerca a muchas realidades y a muchos chiquilines con mucho por enseñarte, es un intercambio constante”. Por otro lado, Victor nos compartió “a mí el voluntariado me aporta en mi día a día y en mi vida general. Una de las cosas que más destaco es que me genera más soltura y facilidad para poder expresarme y hablar ante muchas personas”.

Gustavo, quien comenzó este año como voluntario en Providencia, nos comparte su visión: “El voluntariado lo veo como una avenida de dos vías en la que todos nos enriquecemos. Genera compromiso para desarrollarlo de la mejor manera. Genera compromiso frente a los destinatarios y principalmente ante ti mismo. Espero poder lograr dejar algo de aprendizaje en los chicos, no solamente en lo referente al tema del taller de fotografía y comunicación en sí mismo, sino en aprendizajes de utilidad para su vida”.

Sofia, estudiante de octavo del liceo, nos comparte “me parece que está bueno que participen voluntarios porque enriquecen a Providencia, dan la oportunidad de tener más talleres, ser más variado. También es mucho mejor para los gurises porque aprenden más y dan la oportunidad a los voluntarios de enseñar”.

Si tenés un talento, habilidad y querés compartirla como tallerista voluntario, escribinos a info@providencia.org.uy.

“El que quiere ganar los corazones, tiene que poner como prenda su propio corazón” Padre J. Kentenich

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